viernes, 4 de mayo de 2007

Al fin!!! Crónica del GillmanFest

GillmanFest
Crónica


Llegué a Valencia alrededor de las 9 de la mañana, no sabía ni en donde diablos era el concierto, pero quería ir, no me lo iba a perder por nada, lo que más me preocupaba el transporte de regreso, pues siempre terminaba a media noche y a esas horas la ciudad era de todos menos segura, pero esos detalles ya los afinaríamos después, lo importante era estar allí. Cuando me habían informado, sólo un par de meses antes, que las cabezas del cartel eran Kraken y Rata Blanca, sólo me dije que sería histórico, iría como fuera.
Me subí en la camionetica y andamos a paso lento por la avenida Bolívar Norte, me había ido solo por que ese día tenía que estar temprano en Valencia para un examen en la escuela de música, al principio le preguntaba a todo el que estuviera a mi lado en donde quedaba, hasta que me conseguí a unos amigos de la escuela de música que me indicaron en donde estaban las famosas Canchas de Tenis de Naguanagua, pero lo mismo hubiera dado que no me lo dijera nadie, pues apenas me bajé frente al C.C. La Granja, lo primero que vi fue el uniforme de las Legiones del Metal por todos lados: Un jean roto y una camisa negra, lo demás alternaba, como los pinchos, las correas y las muñequeras con pullas, las cadenas y por supuesto: la famosa melena rockera.
Los seguí a lo largo de tres cuadras y media hasta que llegué a la entrada de las canchas, estaban repletas, y sin embargo, no había mucha gente, el típico comercio de CD’s, bisuterías, camisas y demás tonterías ya estaba instalado desde temprano: la cultura del rock estaba presente. Una cola ya estaba puesta frente a la entrada y daba la vuelta a la media cuadra: debían haber sólo unas 1.500 o 2.000 personas para cuando llegué. Durante todo el día estuvo llegando gente, después de dar un par de vueltas por allí, me senté, como todo bobo, a hacer la cola, a eso de las 11 se corrió el rumor de que la puerta se abriría a las 12, pero no la abrieron, fueron 4 horas de espera en las que llevamos más sol que una teja, a lo lejos, desde la tarima que estaba tapada por un par de estructuras y unos cuantos árboles, se oía a los técnicos afinar los últimos detalles, de vez en cuando se dejaba escuchar una descarga de batería que resonaba por todo el ambiente o el sonido de una guitarra eléctrica.
Mientras tanto, aún seguía llegando gente, cada vez llegaban 2 o 3 autobuses de todas partes, del Zulia llegaron a eso de la 1:30 dos autobuses llenos, me levanté para evitar un desmayo por insolación y decidí dar una vuelta hasta la granja, que estaba igual de llena de camisas negras, en el transcurso me conseguí con una tribu entera de colombianos que venían llegando y a unos fanáticos de Gillman que vestían las largas túnicas negras y las muñequeras con puyas, algunos llevaban carpas al hombro debidamente plegadas, también me conseguí a un par de punk’s que estaban allí, y aquí me detengo para hacer un paréntesis: ¿Qué coño hacía un punk metido en un concierto de Heavy Metal? Lo más probable era que no salieran con vida de él, parecían salidos de un circo: pantalones rotos que parecía que hacía un mes que no se los quitaban, el típico peinado de la cresta pero sin gelatina: el pelo les caía en una melena sobre la espalda, de manera que parecía que les hubieran implantado una cola de un caballo, había uno que tenía dos ganchos en los dientes y que les caían bajo los labios desde un par de cadenillas: parecía una autentica gárgola fugada de alguna iglesia gótica, pero en fin, es su vida y si ellos quieren hacer eso con ella no los detendremos, pero si se llegaban a acercar a alguna olla no saldrían de ella en todo el festival(ni a la enfermería), eso era absolutamente seguro.
Entonces abrieron la puerta, la abrieron a eso de las dos, las primeras personas entraron corriendo y pegando gritos de emoción: al fin habían entrado, pero los estaban pasando de uno en uno, por lo de la seguridad, pues estaban revisando a todos y cada uno y lo hacían uno por uno... seguro que la entrada duraría toda la maltida noche. Habían botellas regadas por todo el piso y varios que estaban muertos de la pea en el suelo, pobres, no disfrutarían del concierto.
Nadie de Tinaquillo había llegado, yo era el primero al parecer. Tras tomarme un jugo y revisar una revista Urbe me dirigí de nuevo a la cola, en eso me envían un mensaje diciéndome que los de Tinaquillo acababan de llegar y que estaban frente a la entrada, entonces me levanté y me reuní con ellos: eran tres panas, cuatro con migo, no tenían transporte, pero al igual que yo no pensaban perderse eso por nada del mundo y se habían venido en autobús, ¿Qué cómo regresaríamos? ¿Y eso qué coño importaba? Lo importante era estar allí, lo del viaje de regreso eran detalles que se afinarían después, total, en caso de que no consiguiéramos transporte era seguro que no éramos los únicos que amaneceríamos allí ese día.
Nos dimos una vuelta y comimos algo, entonces comenzamos a conseguir a los que venían en el otro autobús, y concertamos que regresaríamos después con ellos, compraron cervezas, comida, chapas, CD’s, todo lo que vieran interesante, para este tipo de eventos sólo tienes que traer tres cosas: un bolso grande y vacío, una muda de ropa y mucho, pero mucho dinero, pues allí encontrarás material que en ninguna otra parte verás: CD’s, camisas, conciertos, videos, de todo, grupos que ni siquiera sabías que existían y las impresentables mercancías del mundo del Black y el Death Metal.
Cualquiera que pasara por allí se hubiera asombrado tremendamente: tantas camisas negras juntas, las chaquetas de cuero puestas a pleno rayo de sol y a las 2 de la tarde, era un espectáculo digno de ver, pues por primera vez en Venezuela se hacía una reunión tan grande de metaleros, y eso que no pudieron venir todos, pero allí estaban: de Caracas, del Zulia, de Amazonas y de Bolívar, de Anzoátegui, de Barquisimeto, de Táchira y Mérida, todo por ver a las tres leyendas más importantes del Metal en toda América Latina: Kraken por Colombia, Gillman por Venezuela y Rata Blanca por Argentina, la batalla estuvo reñida en el escenario, y los teloneros fueron: Santo Greal, Allegro Andantino y Gastonia.
La cola a esas alturas era ya larguísima y alcanzaba las 3 cuadras y media y aunque estaba entrando gente constantemente la cola nunca avanzaba nada, esto quería decir que sólo había una solución: colearse.
Y nosotros así lo hicimos, había una cola que era exclusiva para las mujeres y como era mas cortas, las muchachas se metieron allí y entraron como hora y media antes que nosotros. Nosotros esperamos rondando cerca, buscando cualquier agujero para colearnos.
En ese momento se armó un revuelo delante, sonaron unas botellas rompiéndose y una multitud se vino hacia nostros a través de la calle lideradas por 4 punk’s: dos venían peleando y los otros dos trataban de separarlos, el resto venía animando la pelea: hacía tanto rato que estaban allí parados y aburridos que esto era lo que faltaba para animarlos un poco. En una de esa los punk’s se enredaron por fin a golpes y los otros dos trataron de separarlos mientras la multitud reía a carcajadas y los animaba, los separaron, pero apenas uno soltó al otro este le lanzó tal golpe que le ha volteado la cara. Pero como todos se habían movido para ver lo que pasaba, habían dejado grandes agujeros en la cola y nosotros no lo pensamos dos veces y nos metimos allí: estábamos a menos de 10 metros de la puerta, y en menos de 10 minutos ya estábamos los cuatro adentro.
Fue emocionante, ya estábamos adentro, y cuando nos asomamos al estacionamiento vimos un campo gigante que tenía el diámetro de dos estadios de fútbol, y al fondo, estaba la gloriosa tarima, gigante y enorme, era la misma tarima que habían usado en los últimos dos festivales, pero esta vez le habían adherido dos pantallas gigantes a los lados en donde proyectaban las imágenes en las noches y videos de conciertos en los intermedios entre cada banda.
Enseguida nos reunimos con los otros de Tinaquillo que se habían coleado con nosotros y nos pusimos los primeros adelante, justo frente a la tarima, estábamos allí cerca, a menos de 10 metros de los poderosos amplificadores Marshall y de las luces de la tarima, varias veces me llamaron por teléfono en pleno concierto, pero no llegué a escuchar nada, me enteré que me llamaban por el vibrador.
No nos movimos de ese puesto desde las 2:40 que entramos hasta las 7 de la noche, hora en que tocó Kraken. Frente a nosotros estaban unos muchacho tripeando al son de la música que ponían para que no nos aburriéramos: Judas Priest, Iron Maiden, AC/DC, pero cuando los mirábamos a la cara se veían como adormecidos o medio bobitos, era más que evidente que se habían fumado algo antes de entrar. “Vamos a movernos de aquí, porque si no vamos a recibir coñazos antes de tiempo” les dije, pero no se movieron, ya estábamos demasiado cerca y no había más a dónde moverse, una segunda mirada me confirmó que teníamos que hacerlo, pues mientras los demás cargaban las simples camisas negras, estos cargaban camisas de Caníbal Corps y Morbid Ángel, autentico Death Metal.
De pronto uno de los muchachos señaló hacia la tarima y vimos al presentador de Dat TV acercarse y tomar el micrófono, dio la bienvenida y comenzó a saludar, y a dar las gracias a todas las autoridades y entidades que habían hecho posible ese festival, es decir, una larga lista, pero la gente no quería escuchar nada de eso, sólo gritaban:
-¡Kraken! ¡Kraken! ¡Kraken! ¡Kraken! ¡Kraken!
Y los que venían por Rata Blanca gritaban en cambio:
-¡Kraken(pa’ salí’ de ese guevo de una vez)! ¡Kraken(pa’ salí’ de ese guevo de una vez)!
Con tanta gente junta ya empezaba a sentirse el calor mientras la multitud coreaba la canción que estaba puesta: Breaking The Law de Judas Priest. En eso salió otra vez el presentador este, con su larga melena blanca y un sombrero al estilo vaquero, y anunció que ya estaban con nosotros Santo Greal.
Entonces se dejó oír el atronador sonido de una guitarra eléctrica a full distorsión que recorrió todo el estacionamiento y el publico entero gritó de emoción, entonces, una ráfaga de batería se dejó oír y la canción empezó, ya no me acuerdo ni cual tocaron, pero era una canción pesada y rápida, justo lo que la gente quería y lo que necesitaban para animarse, entonces el vocalista pareció vistiendo una camiseta negra y unas bermudas negras, su voz era gutural y desgarradora, rozaba casi el Trash Metal. Tal como habíamos predicho, apenas empezó la música, los que estaban frente a nosotros armaron la olla y nos separaron a todos, sólo quedamos unos pocos, pero a mi me tocó ser la pared de la olla y como recibimos coñazo durante toda la canción, hasta que logré meterme más para adelante. La presentación de Santo Greal duró aproximadamente una hora, no hubo ni una sola balada, todo fue una sola descarga, y al final nos informaron que todos habíamos quedado grabados para la posteridad, pues ellos estaban grabando allí su primer DVD, el cual muchos comprarán solo pare ver si salieron en él. En ningún momento nos movimos de nuestro puesto frente a la tarima más de 5 o 6 metros, y cada vez que nos movíamos era hacia los lados o hacia delante, nunca hacia atrás.
Las bandas escogidas como teloneros fueron bandas muy buenas, sus presentaciones fueron de calidad, y sólo Gastonia tuvo algunos defectos técnicos a la hora de presentarse, pero fueron solucionados en la siguiente canción.
Tras una hora entera de brincar, saltar, tripear y gritar, a cualquiera le da sed, y en cuanto apareció el presentador comenzaron a gritarle: ¡Agua! ¡Agua! ¡Agua! ¡Agua!.
-¿Quieren agua?
-¡!!!Sí!!! -Contestaba la multitud en un ensordecedor grito.
-Bueno, allá atrás están los centros de hidratación, ¿quieren agua? ¡Muévanse!
-¡NOOOOOOOOOOO! -Fue la unánime respuesta, por nada del mundo nos moveríamos de allí, estábamos frente a la tarima, y realmente cerca, era un puesto muy valioso y muy apreciado, ni locos lo perderíamos.
En ese momento apareció Allegro Andantino, una banda mucho más suave que Santo Greal, pero seguía siendo Heavy Metal, era un estilo a medio camino entre Gillman y Rata Blanca. Destacaban de esta banda dos elementos: la poderosa voz del vocalista y la destreza del baterista que sólo tenía 16 años de edad y ya era todo un sádico en el instrumento, es suficiente con decir que con la edad que tenía se dio el lujo de ser el telonero de Rata Blanca, Kraken y Gillman, lo que ya es decir bastante.
Fue una presentación más corta, pero cantaron alrededor de 7 canciones, incluida una baladita, la verdad es que no conocía ni una sola de las que cantaron, nadie canto covers o canciones de otros grupos, todos cantaron canciones propias, y hubo un momento en que el vocalista de Allegro Andantino soltó tal grito que a todos nos impresionó con la voz que tenía, la de esta banda fue una presentación simplemente impecable.
El presentador se paró y comenzó a hablar y saludar, entonces escribimos un papel e intentamos pasárselo, pero nadie volteaba para poder lanzarlo, escribimos que saludara también a los de Tinaquillo, pues saludo a todo el mundo menos a los de Tinaquillo o si quiera Cojedes. A la final si lo leyó cuando logramos pasárselo, pero fue una odisea para poder escribir ese papel en medio de tanta gente brincando y saltando. Cuando volteábamos hacia atrás siempre veíamos algo volando por los aires: plásticos, latas, un zapato, y de vez en cuando, salía una persona volando también.
Tras unos 20 minutos de intermedio le llegó el turno a la banda más popular entre las que hicieron de teloneros: Gastonia, desde Maracay. Una banda que practicaba un estilo mucho más suave que los anteriores y que guardaba muchas similitudes con el Power Metal, aunque algunos temas fueron pesados y divertidos, yo no conocía ni una sola de las canciones de las que tocaron, pero sonaron bastante bien, a diferencia de las otras dos bandas, tenían dos guitarras, sólo al principio tuvieron los ya mencionados problemas técnicos en que las guitarras no se oían y el bajo dejó de oírse a mitad de canción, pero los solucionaron en seguida, la gente no pareció ponerle demasiada atención a esto, pues de todas maneras seguían coreando las canciones de principio a fin, para la segunda canción sólo una de las guitarras, pero para el resto de las canciones los problemas técnicos fueron totalmente solucionados.
La gente seguía brincando, saltando, gritando y tripeando, y de pronto, sentimos que nos aplastaron nuevamente: estábamos entre tres ollas, y no nos pudimos mover de allí hasta que acabó la canción. Cuando Gastonia se fue apenas eran las 6 de la tarde, y aun faltaba toda una hora para que apareciera Kraken, la gente gritaba pidiendo agua más duro que nunca, de vez en cuando nos arrojaban unas botellas, pero muy pocos pudieron agarrarlas, entonces la multitud volvió a revolverse, cuando volteé hacia atrás estaban todos peleando por algo, no se veía qué diablos era, pero pronto se vio el plástico de un envase de agua y todos nos abalanzamos a pelear también por el agua. Recibimos coñazos y las mujeres... bueno, digamos que más de una salió violada.
El presentador se paró de nuevo y comenzó a hablar, esta vez traía una lista de cosas que la gente pedía, mencionó algo de una cédula, también alguien que buscaba un celular(ya lo podía dar por perdido, no por que se lo hubieran robado, si no por que lo más seguro era que lo hubieran aplastado y pisoteado entre tanta gente brincando), y entonces leyó que alguien estaba buscando un zapado(el mismo que a cada rato salía volando), todos rieron a carcajadas, mientras el siguió leyendo los nombres de gente que buscaba cosas y personas, entonces el zapato salió volando de nuevo y no le dio de milagro(ya no tenía el sombrero puesto, pero de tenerlo seguro se lo hubiera volado el zapato).
Así estuvimos durante casi una hora, hasta que a eso de las 10 de la noche por fin apareció Kraken, la presentación de Kraken fue sencillamente genial e impecable, casi le robaron el Show a Rata Blanca, hasta ese momento estuvimos frente a la tarima. La gente sólo girtaba:
–¡Kraken y agua! ¡Kraken y agua! ¡Kraken y agua! -En ese momento llegó un grupo de tipos hasta donde estábamos nosotros y se metieron como una cuña, yo sólo sentí el golpe en la espalda, inmediatamente cerré el puño y cuando di la vuelta ya lo tenía en alto, pero me detuvo al ver al tipo que era pequeño pero cuadrado y fuerte y me lo pensé dos veces, allí peleamos y discutimos, pero de todas formas ellos se quedaron allí, nuevamente se abrieron tres ollas, y esta vez si nos separaron a todos a punta de coñazos, yo quedé en el medio de las tres y a duras penas logré salir, me fui hacia donde estaba la pantalla derecha y de allí no volví a ver a mas nadie hasta que Kraken estaba casi terminando.
La presentación de Kraken merece especial mención, eran unos de los invitados internacionales, pero fue la banda que tuvo mayor presencia en el escenario después de Gillman. Cantaron “Revolución”, “Vestido de Cristal”, “El Idioma del Rock”, cuando cantaron esta última todos los instrumentos se pararon y quedaron el público y el vocalista cantando solos:
-¡Yo soy rock!
-¡Yo soy rock! -Le respondía el público.
-¡Nosotros somos rock!
-¡Nosotros somos rock! -Respondía también el público.
Pero la mejor parte fue cuando cantaron la ultima canción: “No me hables de amor”, el público entero se la sabía(yo incluido), fue igual que con El Idioma del Rock, y cuando cantaron “Hijos del Sur”, la cantaron con Gillman, el público que era fanático de Gillman elevó una ensordecedora ovación cuando lo vio, esa parte también fue genial, ya casi no me acuerdo el orden de las cosas.
Cuando Kraken dejó de cantar fue que nos movimos de nuestro puesto y fuimos a comprar agua, joder! Esa si que fue una autentica odisea, los puestos de agua y cerveza estaban full, no cabía un alma más, para comprarla (a 2000Bs) tuve que abrirme a empujones para llegar hasta el mostrador, y allí fue otra guerra más para que te atendieran, casi pierdo la voz en el intento.
Después de casi media hora apareció Gillman a eso de las 10 de la noche, muchos se aburren de Gillman, pues ya lo han visto muchas veces, pero hay que mencionar que en vivo tiene un carisma y una presencia de ánimo que en la pantalla de la TV no se ve. También hay que decir que los amplificadores parecían estar a todo volumen, cuando el guitarrista de Gillman toco las primeras nota, un rugido desgarrador recorrió todo el estacionamiento seguido del rugido de la multitud que les contestaba, y así empezó Gillman a cantar su “Revolución”, uno de los temas que mas me gustan, fue allí cuando más abundaron las ollas, pero ya estábamos preparados, y esta vez los evadimos, no sin recibir los impactos colaterales(quedar apretados entre dos o más ollas).
La presentación de Gillman fue una de las más poderosas, parece que le hubieran subido todo el volumen a los amplis, duró una hora entera la presentación, la gente estaba enardecida, ahora estaba tocando los grandes, los pesos pesados, Gillman tocó: Revolución, El despertar de la historia, Los visitantes, el clásico “El poeta”, El poema negro, El silvón, La sayona, y por supuesto, su clásico “Levántate y pelea” que todos en el público coreamos hasta quedar afónicos, ya a estas alturas incluso los de las ollas estaban cansados y se habían quedado quietos, y de pronto, tuvimos una sorpresa: ¡Reunión de Arkángel!
Sí, el baterista y el guitarrista de Arkángel aparecieron y nos deleitaron con un par de canciones, “Represión latinoamericana” fue la primera, la segunda ya no recuerdo cual fue, pero esa parte fue genial, tras esto, el guitarrista de Gillman se ha lanzado tal solo de guitarra que no tenía nada que envidiarle a Rata Blanca, recuérdese que se trata de estilos diametralmente opuestos.
Entonces Gillman se lanzó su discurso, una alocución totalmente revolucionaria, como siempre lo fueron, dignas de un comunista como él. Y luego, lo más gracioso de todo: la juramentación de la misión Platillo Volador.
-¿Saben lo que es eso? –le pregunto al publico.
-¡Nooooo!
-Buen, cualquier disco de Ragaeton que vean: miren! –Y entonces hizo ademán de lanzar un platillo por los aires… y todos levantaron la mano para jurar.
Y en mitad de la presentación de Gillman se lanzaron los fuegos artificiales, eso también fue emocionante. Duró aproximadamente 10 minutos, muchos quedaron extasiados viendo directamente los fuegos artificiales que deleitaron a todo el mundo, me imagino que los que vinieron desde el extranjero quedaron maravillados. Y Gillman dijo que ese era el sonido de la artillería contra el Ragaeton.
Cuando Gillman al fin se retiró a eso de las 11 y cuarto, los muchachos que habían venido con migo al principio, o al menos uno de ellos, me llama y yo me reúno con él cerca del puesto de las cervezas, ya faltaba poco para que el festival terminara, sólo unas 3 horas más y todo habría acabado, nos encontramos junto al puesto de las cervezas y decidimos comprar unas 2 cervezas, mala elección… fue como 15 minutos de espera frente a la barra para que nos atendieran, y cuando por fin nos las dieron estaban calientes y sin hielo… joder, no hay nada peor que tomarse una cerveza caliente cuando tienes sed, más para el que me acompañaba, que de alguna manera se las había arreglado(a punta de coñazos seguro) para llegar justo frente a la tarima y llamar por teléfono para que uno de los panas que no había podido venir escuchara el concierte entero de Gillman.
Fue entonces, cuando estábamos comprando las cervezas que empezó la función de Rata Blanca, la más esperada durante toda la noche… “Alguien ha abierto el libro secreto”…
Y de pronto, el escenario entero explotó en un revuelo de luces y humo: Rata Blanca había llegado.
Ver a Rata Blanca en vivo era totalmente diferente, la histeria se apoderó de todo el mundo, se nos olvidó que llevábamos 12 horas sin comer ni beber, que hacía horas que no nos sentábamos y que habíamos pasado toda la noche gritando y saltando.
Sus atuendos eran de lo más llamativos, las clásicas lentejuelas y los pantalones pegaditos y de campana con colores estridentes, y esta si que sonó tan duro como Gillman. La velocidad de Giardino era impresionante, pero ya estábamos demasiado lejos para tomar una foto decente.
No recuerdo cuales fueron todas las canciones, tocaron dos instrumentales(una del disco nuevo y un blues) mientras nos explicaban que casi no llegaban por que la burocracia no les permitía salir del Perú en donde estaban, pero llegaron justo a la hora y listos para cerrar, tocaron durante toda una hora y a la una de la mañana ya habían terminado.
Pronto comenzaron a pedir los clásicos, y la canción “Chico callejero” resonó en el estacionamiento, el público entero la coreó, seguida de “Volviendo a casa”, entonces tocaron una del disco nuevo que todavía no me sé, pero cuando la acabaron, Giardino tomó su guitarra y la lanzó contra el piso, si se rompió o no, no lo sé, por que calló tras una pila de amplis y no se vio nada, el publico en cambio gritó enardecido.
Luego, vino el clásico, la balada que hizo gritar a más de una mujer y que todos nos sabíamos: “Misteriosa mujer”. Y luego, inmediatamente, “La leyenda del hada y el mago”, y todos empezaron a saltar y a tripear, y la cantaron entera, pero el final, fue de lo más impresionante. Luego de que Giardino hiciera ese barrido por el mástil de la guitarra y subiera luego a toda velocidad hasta los tonos más agudos, se quitó su guitarra, la lanzó al aire y la atajó de nuevo, y luego la puso tras de sí y le dio una buena patada, luego la volvió a tomar y siguió tocando como si nada mientras el bajista y el vocalista intentaban tocar la batería todos juntos.
Fue un final fenomenal, después de eso, luchamos para llegar rápido a la puerta, nos agarramos todos de las manos, y atravesamos el estacionamiento como una serpiente, abriéndonos paso entre la multitud de gente que intentaba salir, al fin lo logramos y llegamos hasta el autobús, pero aun faltaba más gente, el punto es que no nos fuimos de allí hasta que se hicieron las dos de la mañana, en el trayecto sólo pudimos hacer una cosa: dormir. Hasta las tres de la mañana que fue la hora en que llegamos.
Fue el prime GillmanFest al que he ido, y nunca lo olvidaré, y apuesto a que muchos, que también han ido a varios ya, tan poco lo olvidarán, pues fue definitivamente único.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena la cronica je! ESTA MUY ESPECIFICA, pero ya tengo una nocion de lo emocionante que debio haber sido estar alli, la verdad es q solo puedo imaginarmelo, gracias por tomarte la molestia de escribir esto XD

Anónimo dijo...

estuvo fina tu cronica, permitame corregirte algunos detalles (que aun son pequeños pero llamativos)... la cancion de rata blanca no sellama "misteriosa mujer".. se llama "mujer amante".. gillman tambien cantó anticristo, guaicaipuro, y asesino!!!... lo de "kraken y agua" fue al revés-... jeje "creo"-.. creo q fue "agua y kraken"... te faltó decir q despues q cantó allegro andantino rompieron la cerca y la gente q estaba afuera se metió corriendo y burlaron la seguridad-... ah!! segun dicen q fueron mas de 45mil personas al evento, ademas te faltaron los detalles de las mujeres desmayadas, la metedera de mano, el sexo en los baños (mucho sexo en los baños), el ambiente a olor de marihuana, jeje, los condones volando, los chamos vendiendo drogas, y a todos esos punk que retorcieron a coñazos por tirarselas de "MALOTES".. JAJAJA, ALLI TE VA MEN, SALUDOS.. ANDRUW, CUCUTA COLOMBIA.. VIVA MI PAIS!! VIVA VENEZUELA!

Anónimo dijo...

BUEHH... jeje ta bien todo esos detalles pasan desapercibido, estoy en espera de los videos y las fotos!!

Unknown dijo...

jejee estuvo bien pero la cerca ya estaba caida... mucho antes de ke empezara el concierto y no fue despues de allegro sino a la mitad de santo greal jejee q CORRIMOS pa entrar jejeje pero bien... y tambien la coñaza a los punketos pajuos jejeje coño lo de los baños no lo vi... yo estaba era detras de la vaina de las banderas jejeje

Anónimo dijo...

pana gastonia es MARACAIBO, no de maracay... por cierto tu cronica esta chevere, me gustó.. bien!!

Anónimo dijo...

antonio y yo aparecimos en la foto!!.. mira voy a agarrar esas fotos para mi space.. yo se que tienes todos los derechos reservados y no quieres que te agarren nada del blog, pero yo tengo derecho porque esa es mi foto!!!, y ademas ya me voy a graduar de abogado y lo que yo diga se hace!.. jajaja.. saludos

Fibonacci dijo...

Lástima no haber podido asistir. Pero bueno, al menos tuvimos a Gillma, a Arkángel y a Kraken tocando juntos aquí en Bogotá, y esa vaina nunca se me va a olvidar...